man-272675_1280-300x200 Líder sin actitud

Líder sin actitud

Un líder sin actitud puede estar dentro de las empresas pequeñas, medianas o grandes. Allí también vamos a encontrar un equipo de trabajo, que se ensambla en todas sus formas.

Desde la persona que recibe al cliente en las puertas hasta su máximo representante. Llámese director, gerente, vicepresidente, CEO o presidente.

Cada una de estas personas dentro de la jerarquía empresarial. En sus altos cargos, son el ejemplo diario de la empresa, y más aún, del personal que en ella labora.

El líder sin actitud y sus pequeñas cosas

Si tú eres un líder que le encanta mentir, te vas a encontrar con un equipo viciado. En este aspecto porque lo has promovido tú, nadie más. Incluso tienes que entender que eres un líder sin actitud.

Si eres un líder que dices buscar actitud en las personas y luego resulta que tú no la tienes. La gente se dará cuenta y por tanto lo que digas o dejes de decir, a tu equipo le importará menos de lo que crees.

 Si prometes algo y no cumples, olvídate de que tu equipo prometa y cumpla. Tú no eres quién para exigir. Eres un líder sin actitud.

Una de las verdades más claras en un equipo de trabajo es la hora de llegada. Si tú llegas cuando mejor te parece y siempre tienes una excusa, ¿por qué crees que los demás miembros del equipo no repetirán tu comportamiento?

Cuando tú como líder, demuestras que tu grado de responsabilidad llega hasta la próxima hora y luego se te olvida. ¿Por qué esperas que los demás sean responsables?

Sí, te comprometes a cambiar y no lo haces, nadie vendrá a darte opciones de cambio. Ni a promoverte cambiar, te aseguro que tu equipo de trabajo te verá como lo que eres. Un irresponsable contigo mismo y con los demás. Sigues siendo un líder sin actitud.

No falta quien llega a decirte que tiene sueños y lo que quiere hacer algún día. Lo triste es que ese “algún día”, no se materializa porque el destino o la vida no quieren, no.

No se hace realidad porque la persona que le gustaría ver cumplido su sueño. No hace lo que verdaderamente tiene que hacer para lograr su meta.

Eso se llama, sueños rotos, a los cuales por supuesto hay que darles su toque dramático cuando no los cumples. Y otro te pregunta ¿qué pasó?

Entonces, ves venir como una estampida de búfalos, que salen de la boca del soñador. Todas las excusas y limitaciones posibles. Porque algo o alguien tuvo la culpa de que ese sueño no se cumpliera, menos él o ella.

Desde aquí te digo:

Yo no quiero saber cuál es tu sueño. No me importa lo que te ha decepcionado. No me importa saber que estabas trabajando en tu sueño. Y alguien o algo no te dejó en ese momento seguir adelante.

Pero si el sueño está todavía en tu mente. Ese sueño, entonces, es posible.

Mucha gente sabe que es difícil, que lograr lo que quieres no es fácil. ¿Quién te dijo que será fácil? Yo te digo que no lo es.

¿Quieres cambiar tu vida?

¿Vas cambiar tu trabajo?

¿Cómo cambiar tu vida laboral?

¿Cuándo vas a cambiar tu pésimo negocio por un gran negocio?

¿Quieres ser próspero y ayudar a otros a serlo?

Para cambiar lo que quieres, tienes que entender que los sueños son un proceso

Aprende, que caerás una y mil veces, entiende que fallarás cuantas veces sea necesario. Tendrás momentos de dudas, incluso dudarás de ti mismo y de tus capacidades.

Pensarás que la vida es injusta, vendrán los destructores de sueños a decirte que tú no puedes. Que hagas algo más normal. Que te busques un trabajo de 8 a 5 como todo el mundo. Te llamarán loco, dirán que no puedes arriesgarte.

Pensarás ¿Cómo puede pasarme esto a mí?

Yo sé, que mucha gente ha pasado por momentos muy duros en sus vidas., Incluso yo he tenido que levantarme de mis cenizas para volver a empezar, no ha sido una o dos veces.

Me ha pasado muchas veces, lo interesante es que no puedes desfallecer. Debes levantarte, limpiar tus rodillas y seguir tu camino.

Nunca te rindas, para lograr tus sueños, vendrán las calamidades y las dificultades, para enseñarte quién eres realmente. Recuerda, que los malos tiempos no han venido para quedarse, sino para pasar por tu vida.

La actitud de ganador, es algo que existe dentro de todos nosotros. Está allí, esperando que tú le des la oportunidad de mostrarse. Es importante que entiendas, que tú eres quien dirige su propio destino, su vida.

Viniste aquí para demostrar quién eres y cuán valioso eres en esta existencia de cada una de las personas que te tocará cambiar.

No seas como los demás, ese grupo inmenso de personas que pertenecen a una manada. Resignada a perder sus sueños ¿los has visto?

Pasan cada mañana, y entran al metro o al autobús entre apretones, empujones y con la idea de llegar a su cita puntual. Con el que creen debe ser su única causa: Un trabajo para sobrevivir. Un sueldo mísero para solventar el día a día, olvidando que hay vida después de “esa vida”. 

Se quedan estancados, les encanta quejarse, pero no hacen nada por mejorar su situación. Tienen miedo al fracaso, pero es peor tener miedo al éxito.

Es necesario que saques a todos los pensamientos perdedores de tu vida, si quieres lograr tu sueño. Que cambies de actitud y que dejes de quejarte.

Sólo me queda decirte, que aquellos líderes que corren por sus sueños, tienen una actitud especial hacia la vida. Hablan distinto, ríen distinto, viven cada minuto como si fuera el último. Piensan en grande y no dejan que los enanos mentales se acerquen a su entorno.

“Todos conocen el camino pero muy pocos lo siguen.” Buda