Líder si, jefe no
Líder si, jefe NO, que dura es esta frase, pero es el título que encontré para describir rápidamente este artículo. Tengo tantas historias y anécdotas de gente con dinero e incapaz de ser un líder, que además han dilapidado la fortuna que sus padres le dejaron.
Historias de personas que creyeron que ser gerente era satanizar su puesto de trabajo.
Otras donde muchos se convirtieron en los verdugos y victimarios de su equipo de trabajo. Incluso una donde el propio creador del proyecto, realmente no tenía ni eso ni propósito y engaño al equipo.
Para lograr un equipo exitoso no basta con contratar a los candidatos más brillantes y más talentosos. Sino a los que se comprometan a trabajar en equipo, esa es una gran afirmación.
Aunque podemos decir que con gente capacitada necesitamos a un líder, no un jefe.
¿Por qué aún con los mejores necesitamos a un líder?
Porque los mejores verán incrementados sus conocimientos, su agilidad, habilidad y pericia para el trabajo. Cuando el líder le asigna su rol en el equipo de trabajo.
Cuando hablamos de equipos, podemos buscar referencias en el área deportiva. Donde gente como por ejemplo, el que fuera entrenador de fútbol americano Vince Lombardi.
Dijo lo siguiente: “Ganar no solo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar. Usted no gana de vez en cuando; usted no hace las cosas correctas de vez en cuando; usted las tiene que hacer bien constantemente. Y esto le crea un hábito que lo llevara a la victoria.”
Los equipos de trabajo necesitan un líder que les ayude a crear esos hábitos. Aquel les ayude a ganar y a sentirse gloriosos cuando han llegado a la meta.
Por esta razón los líderes saben que la construcción de su equipo, será basado en unas reglas internas que todos conocerán. Parte de ellas te las dejo aquí para que tú puedas construir el tuyo:
1.-Dirigir a un equipo, no un grupo.
Un equipo acepta de manera muy diferente que un grupo. Muchas organizaciones no saben la diferencia.
Cada empresa pretende contratar sólo a los mejores y más brillantes. Pero es evidente que lograr que estos candidatos funcionen como un equipo, puede ser todo un desafío.
Es como un construir un equipo de sólo estrellas y que todos se creen divas. Por tanto, no habrá trato especial cada uno tiene su propio rol.
2.-Conocer las metas.
Los equipos deben saber hacia dónde van. Comunicación franca y abierta siempre con tu gente. Pero, ¿funciona esto en el campo de juego?
Las organizaciones necesitan personas que piense fuera de lo convencional. También que sean capaces de trabajar para alcanzar objetivos comunes.
3.-No todo el mundo puede ser el entrenador o el delantero.
Los líderes son capaces de dirigir y dejarse dirigir por su equipo. También saber que cada uno tiene un rol.
Pero en algún momento otro puede llevar la batuta para ganar la batalla final, la meta deseada.
4.-Los equipos fuertes resuelven conflictos.
Debe crear un grupo diverso y competente. Por lo tanto, hay que llegar a acuerdos como equipo. En la forma de gestionar y minimizar los comportamientos mutuamente desacertados, conforme vayan surtiendo.
5.-Hacer acuerdos individuales y de equipo.
Es la etapa final para planificar quién hará qué para los objetivos del equipo. Así como un compromiso colectivo sobre las reglas del equipo y las interdependencias.
Pregúntales a todos para que digan lo que van a hacer, qué quieren y cómo el equipo debe funcionar.
Siempre será necesario para cada integrante del equipo tener al líder que les represente. No les sirve un pues este no será el factor que les haga realizar las tareas de manera coordinada, con miras al objetivo final.