El anti-líder no es un mito, es una dura realidad empresarial. En los entornos laborales solemos encontrarnos con personas con diferentes características, valores y creencias.

Existe la riqueza en el entorno, por algo dicen que los seres humanos somos diferentes y eso es lo que hace, nuestra vida diversa y con experiencias de todo tipo que podemos contar o no, según sea el caso.

Lo destacable es cuando te encuentras con uno de esos que muestran un comportamiento que no va para nada con la organización. Peor con la visión del lugar de trabajo.

El anti-líder

Para hacerme entender mejor, nos encontramos con personas que trabajan en los lugares inadecuados para ellos. Y son los mismos que confunden vida personal y laboral.

Aquellos que no te evalúan por tus competencias sino por tu simpatía hacia ellos. Existen diferentes maneras de demostrar esto, está el que quiere que por todos los medios le seas agradecido.

Aún si has terminado tu trabajo o logrado tus objetivos. Cuando el esfuerzo fue tuyo y todo el trabajo también.

Hay quienes esperan evaluarte para condensar allí toda su antipatía por ti, pasan reportes que no llegan a ser ni siquiera profesionales.

En ese ecosistema encontramos a los abusadores, esos que por tener un cierto nivel en el área de trabajo creen que pueden jugar con tu vida laboral y tu preparación.

También, los que ven que puedes ser una competencia para ellos porque tienes potencial. De todos estos seres expertos en molestar a los profesionales hay que cuidarse, sobre todo cuando están en la capacidad de usar tu reputación para destruirla o mejorarla.

En una investigación suscrita por el blog Verosímiles, en su post:“Cómo detectar a un «tóxico», esos que amargan la existencia”

“La psicóloga estadounidense Lillian Glass y el psicólogo argentino Bernardo Stamateas, le han hecho un gran favor a la humanidad al escribir sus obras Toxic People (Simon & Schuster, 1995) y Gente Tóxica (Ediciones B.S.A. 2011), para ofrecernos una serie de recomendaciones que nos permiten detectar a este tipo de individuos que se encuentran a nuestro alrededor y que nos bombardean con sus comentarios negativos, del por qué son así y las claves para pasar de ellos y evitar que nos envenenen el día.

Seguramente, te ha tocado lidiar con personas tóxicas en tu entorno familiar, laboral o social. Aquí van un pequeño resumen de este par de expertos que han escudriñado en el tema de las relaciones tóxicas y de las personas que disfrutan AMARGÁNDOLE la existencia a los demás.

Glass los cataloga de terrores tóxicos y los enumera en varios tipos:

El Oportunista;

El Controlador;

El Entrometido;

El Sabelotodo;

El narcisista Yo Yo Yo;

El Instigador;

El Calculador-frío;

El Mentiroso;

El Parlanchín;

El Chismoso;

El Cortante;

La Víctima sombría y condenada;

El Matón rencoroso y autoritario;

El Bromista;

El Maniático del control;

El Apuñalador de dos caras;

El Fanático;

El Crítico acusador.”

CATÁLOGO DE PERSONALIDADES TÓXICAS

No por nada se les llama gente tóxica. Lo controversial de todo esto es que los encuentras en posiciones de mando y liderazgo, donde tienen la oportunidad de hacer de las suyas contra las personas que simplemente no les gustan.

El abuso de poder es un medio delictivo, que se asocia directamente al acoso laboral o en inglés Mobbing. En

Latinoamérica es muy frecuente encontrar este tipo de situaciones y a muy pocas víctimas que denuncian.

O a los sinvergüenzas, en supuestas empresas que ofrecen determinados cargos a las féminas y son tan descarados de lanzar el primer anzuelo en la entrevista, para determinar si esa mujer es una futura buena víctima.

Es decir, alguien débil y sin conocimientos de este tipo de maniobras manipuladoras contra el trabajador y en la mayoría de las ocasiones mujeres trabajadoras.

Cuando la empresa encuentra antilíder, al detectarlo debe inmediatamente parar su relación laboral, porque este tipo de personas tienen gravísimos problemas que pueden costar mucho dinero a las organizaciones. Y créanme que dan muchos quebraderos de cabeza también.