Un mejor 2018
Este año 2017, termina con la novedad de lo que desarrollaremos a través de un programa que he creado para líderes y la programación del liderazgo en sus vidas.
Hice la invitación a continuar este camino a diez personas, para que lo hagan totalmente gratis y lo hemos logrado, tenemos a los elegidos para hacer el programa este año gratuitamente.
Estoy agradecida por todas las personas que hicieron cambiar mi vida completamente. Entre ellos, todos los que me dieron la confianza para continuar adelante con una vida nueva, desprendiéndome de todo lo que hice anteriormente.
Hablo en el plano personal, sobre mi niñez, adolescencia y juventud.
Los firmes propósitos de cambiar me han llevado a comprender que la realidad entre lo que hacemos y buscamos es diferente. Yo pasé por muchas etapas en mi vida diferentes, conocí personas increíblemente buenas y otras exageradamente maquiavélicas.
De eso hablaré en futuros artículos en este blog, pues lo que te toca en lo personal, también llega a lo profesional y laboral.
En mi niñez, lo mejor y la más puro que tuve fue el amor de mis abuelos. Aprendí de ellos muchas cosas, que, al reflexionar hoy en día sobre eso, entiendo que tenían tanta razón en diferentes enseñanzas que me inculcaron. Luego, las cosas no fueron tan fáciles, tocó una etapa muy obscura y difícil, que no le deseo a nadie.
En mi adolescencia, como todo joven quería encajar, pero al mismo tiempo vivía una lucha interna entre lo que veía bueno y lo malo que vivía.
En mi vida adulta, aunque sabía que lo esperado por mí era buscar una diferencia, porque yo sabía que había una, no la encontré de buena mano. Había y hay personas malvadas, eso es algo que no se puede negar. Ahora en términos más actuales les llamamos, personas tóxicas.
Y vaya que sí lo son, pues llegan a ser como serpientes que viven mordiendo y dejando a otros impregnados de su veneno.
Ha pasado tanto tiempo ya, que no soy la persona que conociste en su adolescencia. Ni siquiera en sus veintes o en la treintena. No soy ni siquiera la mitad de lo que fui alguna vez. Porque los cambios en mi vida son muy grandes pues yo los hice realidad.
Comencé por cambiar y romper con paradigmas, creencias inculcadas. Entre otras cosas que ahora por respeto a ti lector, no les pongo otros nombres. Yo decidí cambiar para ser una mejor persona. En el camino tomé la decisión de ayudar a otros en todo lo posible para lograr aquello que sueñan.
El liderazgo del cual hablo tiene que ver con el personal y profesional, está más que evidenciado que nadie puede llegar a ser un buen líder sino tiene una estructura personal formada.
También se sabe que, todo aquello que lleves desde un plan concebido con buenas intenciones. Más trabajes en base a dar lo mejor de ti, para otros sin esperar nada a cambio, hará posible muchas cosas.
Y obviamente que creo en obtener una remuneración por lo que trabajas, no lo hagas simplemente gratis. Es necesario que el dinero fluya para ti y para los otros.
Estoy agradecida por todas las personas que me escriben.
Gracias por todos los emails, comentarios de apoyo, conocimientos y críticas respetuosas. Ustedes hacen que esta comunidad crezca. Aunque el 2016 y 2017, fueron años de aprendizaje más trabajo duro en otras redes sociales. El 2018, lo traigo con buena planificación sobre este blog. He estado trabajando estos últimos días del año para programar cada red social en temas para cubrir. Que serán de utilidad para ustedes seguidores y para quienes encuentren lo necesario en la red.
Así que he planificado y estructurado la productividad del blog para escribir de manera continua para ustedes.
Un mejor 2018, un año, donde tendrán más información y hay un nuevo tema de liderazgo excelente para ti. Daniel Goleman, el mismo autor de Inteligencia Emocional, escribió un nuevo libro sobre liderazgo con dos profesionales más. Y lo han llamado, liderazgo resonante.
El liderazgo resonante, será tema a tratar este próximo año, pues será muy interesante. Para aplicarlo con equipos de trabajo de alto rendimiento, por ejemplo.
Quiero terminar este año dando las gracias también a la gente tóxica que ha pasado por mi vida, porque de ellos he aprendido. Aunque antes lo veía como algo muy feo que me había pasado.
Ahora comprendo que eran parte de mi aprendizaje y del cambio.
2018 llega con mucha fuerza y creo debe ser justo esa la que usemos para crecer. Seguir cambiando para ser mejores personas y no quedarnos estancados en el pasado. Hay mucho más por ver hacia adelante, tu vida no puede ser un eterno Macondo.
¡Feliz año nuevo!