men-1979261_1280-300x200 Líderes en femenino

Líderes en femenino

Las líderes en femenino son pocas, escasas y por más que queremos sean más. Los hombres en posiciones empresariales intenta una de las cosas  más espantosa que he escuchado aquí.

Existe una fisura salarial entre hombres y mujeres en España, algo que jamás ha experimentado grandes cambios. Según la Encuesta de Estructura Salarial (EES) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) cada cuatro años, se situó en 2010 en el 22,55%.

 Así, que podemos encontrarnos, con el escenario más cruel vivido por las mujeres en la modernidad. Los datos disponibles dicen, que las féminas  percibieron el 77,45% del salario de los hombres, que están en los mismos puestos de trabajo.

Lo que es igual decir, para hacerme entender mejor, que las mujeres españolas o residentes en España. Tuvieron que trabajar 82 días más que sus compañeros masculinos en un puesto del mismo nivel para poder recibir la misma retribución media anual.

Los datos aparecen reflejados en un informe sobre desigualdades salariales. Presentado por la Unión General de Trabajadores UGT, con motivo del Día Internacional por la Igualdad Salarial.

Donde se toman como referencia los datos del Eurostat y los de la Encuesta de Estructura Salarial.

La ESS es el índice económico que mide estas diferencias de sueldo. Para ello analiza la ganancia bruta anual en relación a variables como la jornada, el tipo de contrato, la antigüedad y la composición del salario.

En la actualidad se están acentuando la desigualdad salarial y social entre mujeres y hombres. «Invertir en igualdad de oportunidades es invertir en un mayor bienestar social». Ha recordado la secretaria de Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, en la presentación del informe.

El informe estudia la brecha salarial entre hombres y mujeres en España y respecto al resto de países de la Unión Europea. En una segunda parte, en el conjunto del territorio español y entre las comunidades autónomas.

Más datos

También constata que la mayor causa de discriminación son los complementos. Donde la brecha se amplía hasta el 32,29%. Por otra parte, las desigualdades son más acusadas en la empresa privada (28,25%) que en la pública (12,34%). Si bien, las diferencias que arroja la EES ratifican que la brecha salarial va en descenso constante.

Hasta ahora, el trabajo a tiempo parcial era cosa en España de mujeres (y aún sigue suponiendo el 80%). Y ello implica menos sueldo, menos cotizaciones sociales y, por ende, pensiones peor pagadas.

Otro de los datos que recuerda el informe, según la última EES de 2010. Es que la ganancia media anual de los hombres con contrato indefinido (27.676,84 euros) es muy superior a las de las mujeres (20.987,07 euros) con la misma modalidad de contrato. Además, los hombres desempeñan un 54,14% de la contratación indefinida frente al 46% de las mujeres.

La realidad de la mujer

Otra de las realidades constatadas es que el aumento de la formación en la mujer. Hasta ahora una de las causas a las que los expertos atribuyen las diferencias salariales, sigue sin encontrar correspondencia en el sueldo.

Es decir, que en España, para lograr la retribución de un hombre sin estudios (18.110,06 euros). Una mujer debe tener un grado de Formación Profesional (17.013,92 euros) o ser diplomada universitaria (19.001,54 euros).

Y para que reciba el equivalente al sueldo de una mujer licenciada. Un hombre necesita un grado de Formación Profesional.

Por comunidades autónomas, las diferencias de sueldos pueden oscilar hasta 12 puntos, siendo la de Navarra la más elevada (26,15%), seguida de Aragón (25,41%) y Asturias (25,31%).

Las desigualdades más atenuadas se localizan en Extremadura (14%), Baleares (14,66%) y Canarias (16,13%).

Y en la Unión Europea

En el contexto europeo, los bajos sueldos afectan a uno de cada seis europeos en 2010, de los cuales 21% son mujeres y un 13,3% son hombres. A su vez, y siempre de acuerdo con Eurostat, las tasas de riesgo de pobreza más elevadas se sitúan en países como Bulgaria, Rumanía y España, con un 22% cada una. Y las más bajas se encuentran en la República Checa (10%) y en Holanda (11%).

Es decir, que España, se encuentre en los límites de la pobreza por no dar oportunidades a las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres.

Ya encontraré los comentarios machistas de muchos, lo sé, diciéndome que estoy escribiendo tonterías sobre el tema. Pero quiero dejarles saber a todas las mujeres españolas, que esto no podemos verlo como algo normal.

En la medida, que nos parezca algo del día a día, dejaremos de darnos la importancia que nos merecemos como “SERES HUMANOS”.

Las mujeres y lo que pueden hacer

Muchas de nosotras, que están en el resto del mundo e incluso en este país. Son obligadas a casarse prematuramente, a prostituirse, a realizar trabajos forzados. A tener hijos que no quieren sólo porque su pareja si, son maltratadas, vejadas y humilladas, dentro de su casa o fuera de ella.

Existen mujeres que han sido violadas, golpeadas y asesinadas impunemente. Seguimos aquí viviendo las altas tasas de  muerte de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. La violencia juvenil se ha instalado en contra de las mujeres en todos los ámbitos posibles y todavía seguimos sin ver la ayuda que se necesita.

Si una mujer está empoderada, con salario justo y en igualdad de condiciones con los hombres. Si la mujer puede acceder a decidir y a tener un papel más relevante en la sociedad. Entonces, podremos ver un país que cambia y evoluciona.

Se ha demostrado, que los países donde las mujeres son líderes empoderadas de sus propias vidas. Son más prósperos y ricos, mientras que aquellos donde existe la desigualdad y bajas condiciones de desarrollo para la mujer, son pobres y carentes de progreso.

Despertemos de la apatía, comencemos a buscar a las mujeres líderes de nuestra sociedad y otorguemos a ellas el empoderamiento y participación que merecen.

«Conviene que en el inicio del siglo XXI se prolongue la centuria de las mujeres, porque es preciso dar paso al siglo de la humanidad»

Abel Pérez Rojas (1970-). Educador mexicano.