light-1283995_1280-300x200 El líder que no avanza

El líder que no avanza

El líder que no avanza tiene y da los pasos del liderazgo. Sin embargo, encontramos que algunos de los mismos no avanzan. Puede ser debido a la falta de voluntad por la meta planteada o en el peor de los casos porque ya no existe una motivación hacia ese logro.

Los líderes generalmente tienen un pensamiento positivo en el enfoque de sus metas. Claro, que pueden pasar por etapas de desánimo, pero aun así persiste la resiliencia para iniciar desde donde lo dejaron con más ímpetu.

Es interesante, entender que hay personas que se entusiasman fácilmente por alcanzar metas. Pero también llega la distracción. Existen los líderes escépticos pero cuando dicen que van hacia su meta, se comprometen a llegar a ello.

También podemos encontrar en la actualidad personas que teniendo liderazgo no tienen prioridades.

¿Qué ganar?

¿Qué perder?

La realidad de esto se llama miedo. Cuando una persona tiene miedo, no puede lograr aquello que se propuso en algún momento.

¿Qué tienes que pensar?

¿Por dónde comenzar? En lugar de pensar y buscar las soluciones, se ensimisma en el miedo. Para no seguir en la ruta del cambio que se han propuesto en su vida, sea a nivel profesional o personal.

Tú eres el líder de tu vida. También puedes ser el líder de tu equipo de trabajo. Lo importante es intentar cambiar el miedo, en cualquiera de las dos situaciones.

Y evitar a toda costa, la parálisis por análisis. Esto, no es otra cosa que ir dejando de lado lo que debes hacer. Por hacer conjeturas sobre la situación que te precede.

Detenernos a mitad del camino de esa meta planteada, nos trae más frustración y desánimo. Pues, emergen los pensamientos negativos que todos guardamos en algún archivo de nuestro extenso cerebro.

Peor, es la falta de motivación, tiene que haber algo en tu vida. Que motive lo que estás haciendo, te dé fuerzas y compenses todo el esfuerzo que realizas ahora. Sabemos que el verdadero placer del éxito está en el camino, no en el resultado.

Comienza a dar los pasos para avanzar, no te detengas, no repitas las mismas acciones de aquellos que no terminan lo planteado o establecido. Recuerda que nos han preparado para ser seguidores y no líderes.

Por tal razón, olvidamos nuestros sueños y objetivos, nuestras metas y hazañas. Así mismo, el liderazgo se detiene en sus propios pasos y no encuentra avanzar.

Porque el líder está detenido en una ola de pensamientos negativos y miedo, alejándose así de lo que realmente quería lograr.

 

“El hombre ha de ser esclavo de la acción si quiere vivir.”

Gregorio Marañón