No quiero trabajar, es la frase que ves en su cara, si, en la de esa persona que te lo dirá con otras palabras. Te ha tocado trabajar con personas que te dicen lo siguiente: Esa no es una de mis funciones.

O alguien que te haya dicho: No me pagan por hacer eso. Sabías que esta es una de las excusas más populares en las empresas. Pero la perla del 99% de los casos, sólo llegan a hacer que el jefe se irrite. Sin embargo, pueden alcanzar el objetivo que sus compañeros los vean como un rebelde.

En el artículo anterior hablé del trabajador saboteador. Ahora te presento a la madre de las excusas y su amigo, el trabajador perezoso. Este personaje tiene un objetivo, y, es simplemente hacer que los demás miembros del equipo sigan en la idea de no hacer más de lo que le piden.

Trabajando en diferentes empresas me encontré con algunos de estos personajes. Lo insólito, es que en España fue donde más encontré a estos fenómenos. Gente que, faltaban pocos minutos para terminar la hora de su jornada y no atendían una llamada.

Personas a las que les pedías un tarea o función que hacer y te saltaban con sus bien aprendidas palabras: No me pagan por hacer eso. Yo quedaba paralizada ante tal descaro, aunque, no por su desparpajo, sino, por la situación que se vivía en el 2012 allí. Más de 4 millones de personas en el paro, desempleados todos en España.

Y para mi era asombroso que había personas que dijeran tan olímpicamente esas frases. Cuando todos estábamos buscándonos la vida y apechugando con lo que fuera, para seguir trabajando.

Historias de gente que no quiere trabajar

Yo conté hace mucho tiempo, la historia de una chica a la que por esa época le ofrecieron trabajo. Como asistente, y ella condicionaba con lo siguiente: No voy a estar llamando personas para vender, no voy a viajar, no voy a salir de mi provincia, empiezo a las 10 y termino a 14:00. El horario de tarde no me conviene.

Aquellas exigencias como si el trabajo de ella era leer el ADN de un delfín, o crear masa atómica, descubrir la cura para una enfermedad o que se yo. La verdad es que me sentí indignada de escucharla. Yo pensé que ella exigía mucho para lo poco que se le pedía y el sueldo que ganaría.

Así mismo, en una entrevista de trabajo, nos seleccionaron a varias mujeres y nos pusieron una prueba de un test para saber si sabíamos trabajar en equipo. Cuando terminaron de dar la explicación para todas las asistentes a este lugar. Una chica preguntó, con cara agria y desencajada: Por qué hacen esto, nos preguntan que si vamos a la luna y la empresa vende zapatos?

No quiero trabajar

Yo no sé si estás personas no logran entender que, la única forma de encontrar trabajo, no es con mala cara. No es decidiendo tú cómo se desarrollará el puesto de trabajo. No es poniendo excusas, que lo vas a encontrar o que te van a dar un ascenso.

Al contrario, debes dar lo mejor de ti, poner en tu cara una sonrisa y ser agradable. Educado, cortés y hasta diplomático. Que si eres perezoso, lo mejor que debes hacer es buscar un trabajo donde se requiere a alguien como tú. Con tus mismas aspiraciones y donde se acepten tus hermosas excusas. Y así de una vez, te quitas esa cara que dice: No quiero trabajar.