El poder de tu liderazgo
El poder de tu liderazgo y la seguridad de nuestro ser, viene dada por nosotros mismos. Nadie del exterior podrá darte lo que necesitas, si, no puedes reconocer que tienes todo el poder de sanarte a través de tu liderazgo.
Esta semana me invitaron a participar en un estilo de vida, que se llama: vive al 110%.
Un seminario y conferencia, que te dan las herramientas precisas para elegir tu vida en total libertad. Se habló de empresas, emprendedores, empresarios, negocios, networking, estilo de vida, finanzas y trabajo en equipo.
El tema más importante fue el liderazgo. La autoestima del líder y su autoconfianza.
La limpieza que debe hacer en su mente cada día y los hábitos positivos que debe adquirir para siempre.
La vida tiene la autoridad de cambio que tú quieras. No le pertenece al exterior, sin duda está dentro de cada uno de nosotros.
En este lugar estuvimos cerca de quinientas personas. Deseando obtener lo que allí fuimos a encontrar. Solo que, había algunas personas que no estaban dispuestas a cambiar.
Las tres primeras cosas que nos pidieron y las llamaron “las reglas del juego”:
Toma notas
Olvida tus creencias
Participa al 110%
Cada una de las dinámicas propuestas, fueron muy divertidas, energizantes, impresionantes y lúdicas. ¡Qué energía! ¡Qué pasión!
Sin embargo, a mi lado, había una pareja que había llegado con caras muy serias. En una actividad específica, nos pidieron hacer un acercamiento con energía y muy vital.
Nos pidieron hacerlo de manera sincera, sin esperar nada a cambio pero dando cada uno lo mejor de sí.
La señora de esta pareja que comentó, lo hizo conmigo con ganas, yo diría, a medias. Su acompañante, lo primero que hizo fue cruzar los brazos y mirar con cara muy seria (vamos, como si había desayunado limón).
Yo le miré a los ojos y me esquivó la mirada. Tomé la decisión de anteponer mi liderazgo ante su defensa absurda, que realmente invitaba al negativismo puro y simple.
Le dije a este señor: Nadie puede decirnos qué hacer, tampoco cómo hacerlo. Yo solo quería conocer al caballero que tiene a su lado a tan hermosa mujer y que me ha dado la oportunidad de comprender que es una persona muy valiosa. Muchas gracias por venir y estar aquí el día de hoy.
Este hombre me vio con cara de sorpresa. Nunca pensó que mi reacción sería esa. Le sonreí y me fui a seguir buscando personas para realizar la actividad.
En otra actividad, comenzamos a trabajar las fortalezas del ser humano, luego pasamos a encontrar la mejor manera de trabajar con nuestras emociones menos favorecedoras.
Tenían que tocarnos la fibra del liderazgo personal, el niño interior.
Sí, ése niño que juega, se emociona, vibra, ríe con muchas ganas, emana alegría y sabe divertirse. Empezamos a encontrar los métodos de los líderes y el coaching.
Iniciamos un camino hacia nuestra propia niñez, nos divertimos muchísimo. Y de manera inesperada se hizo el silencio en la sala, nos dejaron a la expectativa.
El orador salió a sentarse frente a un niño para darle los consejos que siempre quisimos escuchar y las palabras hermosas que quizás nunca nos dijeron. “¿Sabías que eres la persona más importante de mi vida?
Hoy vine a hablar contigo, para decirte que debes aprender a conocerte, a reírte y a disfrutar de cada momento…”
Esta actividad duró unos 5 minutos, al cabo de los cuales, muchos de los allí presentes lloramos. Porque eran los consejos y las palabras adecuadas.
Cada quien en su propio contexto y realidad actual
La pareja a mi lado se abrazaban y lloraban.
Al terminar la experiencia, este señor con cara de pocos amigos, el mismo que cruzó sus brazos y no quiso hablar ni conmigo ni con nadie. Vino a hablarme mientras recogía mis cosas.
“Yo vengo a pedirle disculpa por ser grosero y tan malhumorado. Muchas gracias por ser gentil con nosotros. ¿Le gustaría tomar un café con nosotros?”
Y yo dije:¡¡Sí!!
Nos sentamos unos 40 minutos, en un café de un lugar bonito que ellos escogieron. Y me hablaron de su experiencia, de por qué vinieron a vivir la experiencia de este evento.
Lo que habían escuchado sobre el liderazgo personal, las herramientas de autoconfianza, las empresas y los equipos de trabajo en las empresas.
Ellos buscaban cómo recuperar su negocio y se fueron con una experiencia diferente, que les hizo cambiar por dentro para estar mejor por fuera.
Hasta hoy, estoy tan feliz de haberles conocido. Escuchar como lo disfrutaron a pesar de las barreras autoimpuestas.
No hay nada como un conferencista y una conferencia bien trabajada para lograr los cambios necesarios en la personas.
Para mostrarnos que el poder lo tenemos nosotros, tenemos derecho al éxito, la felicidad y por sobre todo a descubrir nuestro liderazgo personal.