10 Cosas para hacer cuando tu equipo no te está escuchando
Su llamada me ha tocado profundamente. Ella estaba tratando tan duro… para establecer la visión correcta, introducirse en los comportamientos importantes, la plataforma y desarrollar… pero su equipo simplemente no estaba escuchando.
Tal vez has estado allí también. Tienes visión. Es que, tú te preocupas profundamente. Tú enseñas. O, tú te repites a ti mismo. Pero nadie parece «hacer las cosas».
Aquí hay diez preguntas que vale la pena preguntar, cuando tú golpeas la pared con tu voz, cuando tú equipo no escucha.
Toma en cuenta que esto es un adelanto de mi nuevo libro Winning Well Insights. (Puedes descargar los primeros capítulos de forma gratuita aquí).
1- ¿Podrás decirlo de diferentes maneras?
Las personas aprenden de manera diferente, algunos por ver las cosas, algunas por oír, otros a través de la práctica y así sucesivamente.
A medida que practiques la comunicación frecuente, utilizarás diferentes técnicas. Prueba nuestra estrategia de comunicación Ganar Bien 6 × 3: es repetir la información crítica al menos seis veces a través de tres o más canales.
Por ejemplo, para comunicar un nuevo procedimiento, es posible utilizar el correo electrónico, una reunión de personal y reuniones uno-a-uno para cumplir sus tres canales.
2- ¿Lo puedes decir que con mucha frecuencia?
Hemos trabajado con tantos líderes frustrados que se quejan de que su equipo es insubordinado o no responde. Cuando se les preguntó, sí, comunicaban el problema a su equipo, dicen «sí».
Estas son algunas de las respuestas que recibimos cuando nos preguntamos, ¿Cuándo fue la última vez que se comunicó el problema?
«El año pasado.»
«En un sitio fuera de aquí el año anterior.»
«Estábamos en el pasillo hace seis meses.»
«En la reunión de personal el mes pasado».
«En un correo electrónico.»
Si lo has comunicado algo una vez, no se ha dicho. Los gerentes que ganan, se comunican frecuentemente.
3- ¿Puedes comprobar la comprensión?
Una idea rara vez es tan clara para el oyente como lo es para el emisor. Pedir a sus oyentes repetir lo que escucharon, lo que entendieron, y que entienden las consecuencias de ello.
4- ¿Has explicado los «por qué»?
Incluso los informes militares incluyen los motivos y objetivos de las órdenes. A veces, la falta de respuesta de las personas es el resultado de no comprender las consecuencias de su acción u omisión.
5- ¿Está ordenando o invitando?
La invitación es el idioma de la colaboración. No nos referimos a la redacción literal de las palabras (aunque eso puede marcar la diferencia), tanto como la actitud detrás de ellas. La gente sabe que cuando uno se concentra en las relaciones junto a los resultados. ¿Se comunica que eres mejor que los demás y que debe servirle? O es que ¿Invitas a la gente con dignidad mutua a participar contigo?
6- ¿Sabes lo que les importa?
Todo el mundo valora algo. Sí, tus valores que promueven el conflicto con los valores de tu gente, tendrás problemas para ser escuchado.
7- ¿Tienes credibilidad?
Si tú equipo puede decir: «Tú no sabes lo que estás hablando», y tienen evidencia para respaldar su conclusión, esperar ser ignorado. La credibilidad se construye, no se exige. Si tú no sabes lo que estás haciendo en un determinado ámbito, admítelo y busca a otras personas con la experiencia necesaria para complementar lo que sabes. Cuando tu gente no puede confiar en ti o explayarse ante ti, pero tú insistes en el cumplimiento, tendrás que pelear una batalla cuesta arriba, que no se podrá ganar en el largo plazo.
8- ¿Escuchas?
Sí no escuchas lo que la gente te dice, van a pensar, naturalmente, que no te importa, que van a perder el ánimo y van a dejar de preocuparse. Para saber si está o no está la gente dispuesta a escuchar, pregunta a pocos miembros del equipo para compartir contigo: «¿Hay algo que usted ha estado tratando de decirme que yo no he escuchado simplemente?» Cállate y escucha. Dales las gracias por compartir y responder a tiempo. Tú no tiene que estar de acuerdo, pero sí es necesario escuchar. Se necesita ambos valores internos de la confianza y la humildad para escuchar de verdad y sin defenderse a sí mismo. Cuando uno escucha fortalece la conexión con su gente y aprender qué áreas de la formación, ejecución y rendición de cuentas necesitan atención.
9- ¿Tú hablas su idioma?
¿Las palabras y conceptos que utilizamos tiene el mismo significado para tu equipo que para ti? ¿Tú compartes números, hechos, historias y demostraciones cuando son necesarios o viceversa?
10- ¿Qué es lo que realmente quieres?
Siempre que tengas problemas de gestión, lo primero que hay que examinar es tu propia motivación. ¿Estás verdaderamente centrado en los resultados y las relaciones o en motivaciones de autoprotección o motivos más bajos? Hay una gran diferencia entre querer lo mejor para el equipo y querer lo mejor para ti.
Entonces, ¿qué es lo que realmente quieres? Si la respuesta es sumisa- «Yo sé lo que es mejor y será mejor que me escuchen» -entonces no siempre vas a tener a un equipo que obtendrá resultados buenos.
Ellos actuarán por miedo cuando tengan que hacerlo y te van a ignorar cuando sientan que es seguro. Cuándo quieres más, para el equipo debes buscar tener éxito juntos, para hacer un impacto, así, estás en tú camino para ganar.
Si se sientes como si nadie te escucha, hazte las siguientes diez preguntas, sé honesto contigo mismo y toma medidas en relación a tus respuestas. Los ejecutivos ganadores y buenos maestros gustan de estos momentos desafiantes de comunicación.
¿Quieres saber más acerca de Winning Well? Puedes ver el libro y descargar los primeros capítulos de forma gratuita haciendo
Es tu turno. ¿Qué haces cuando tu equipo no está escuchando?